Probablemente, al pensar en los orígenes de la Empresa Familiar debamos retroceder significativamente en la historia y remontarnos a aquellas épocas del inicio del todo, en cuanto a humanidad se refiere; mencionar una fecha como tal, puede dar origen a debates interminables; por tanto, lo propio es remitirnos a aquellos primeros indicios de organización humana donde el trabajo cooperante y en equipo por integrantes de un mismo clan se empezó a considerar como la base más antigua de organización empresarial, es decir, en la familia.
Teniendo en cuenta lo anterior, en Fambusiness consideramos que hablar de aquellos atributos que caracterizan al negocio empresarial, tiene su origen en los valores y estructura organizacional que caracteriza a la familia. En la Empresa Familiar, negocio y familia se complementan en dualidad y en el disfrute de los beneficios, tras un esfuerzo o meta cumplida que fluye también bilateralmente.
En el presente blog, haremos énfasis en dos grandes fortalezas que caracterizan una empresa familiar y cómo estas se nutren sosteniblemente del seno del hogar, creando una atmósfera de armonía en el negocio y sana convivencia familiar, hablaremos de: conocimiento y comunicación.
Aunque cuantitativamente en lo que a cifras se refiere, se pueden alcanzar metas sorprendentes, cualitativamente el negocio familiar sorprende cada vez más con su evolución y factores como el conocimiento se fortalecen día a día afrontando todo tipo de circunstancias.
Hay empresas en las que, el compromiso propio a capacitarse constantemente y a conciencia en pro de sortear barreras del objeto empresarial, se convierten en una premisa de interés común y aunque son llevadas a cabo desde la individualidad, luego han de ser compartidas a los demás miembros de la familia. Este tipo de acciones y actitudes reflejan cómo en la Empresa Familiar, el compromiso de superación es de todos y cada uno de los integrantes, en este modelo empresarial no hay cabida a guardar con celos ningún tipo de experiencia, conocimiento o aprendizaje en pro de un bienestar meramente particular.
Si la cabeza del negocio familiar da ejemplo de lo anteriormente expuesto, este tipo de conductas se han de consolidar como costumbres, la cuales han de ser imitadas por generaciones y es así como se da origen a las “prácticas de buenas costumbres” a nivel interno de la empresa familiar. No sobra mencionar, las consecuencias que a favor acarrea estar al tanto de las vanguardias del conocimiento en el área específica del negocio familiar; la alta competitividad del mercado día a día fluctúa según el dinamismo tecnológico, digital y de nuevas estrategias empresariales en todos los campos, y estar al tanto de los nuevos procesos, tendencias y demás, se vuelve casi que una exigencia en la que lo más recomendable es estar un paso por delante siempre.
La otra cualidad considerada ganancia en el terreno de la Empresa Familiar, es el alto nivel de comunicación; gozar de la tranquilidad que genera el confiar en nuestros propios familiares información de la empresa, es sin duda un factor beneficioso; sumado a esto, es importante señalar que la comunicación, viene siendo el complemento directo que acciona que valores como el conocimiento sea transmitido en la empresa con transparencia, dado que, una comunicación asertiva, clara y constante es garante de que aquel conocimiento (nuevas prácticas o nuevos aprendizajes adquiridos) pase de generación en generación tal como sucede con el ADN familiar.
En la Empresa Familiar, este tipo de conocimientos y maneras de proceder, suelen protegerse desde una posición altamente responsable y comprometida; configurándose prácticamente como secretos de familia, de cara a que no se comparta sino con integrantes del núcleo filial, protegiéndolos al máximo para que no lleguen a ser imitados por la competencia.
Por todo lo anterior, Fambusiness subraya que la comunicación y el conocimiento, son ganancias que marcan la diferencia de tener una empresa familiar Vs. una de tipo generalista. En conclusión, apostar por un equipo de trabajo con estructura familiar, constituye una unión fuerte, genera confianza empresarial, afianza valores entre padres, hijos, tíos etc. y contribuye a la creación de empresas interesadas por hacer mejor las cosas siempre, por mejorar en calidad y asegurar a sus empleados la permanencia en sus lugares de trabajo, al estar nutrida por esfuerzos unilaterales que sumados dan lugar al cumplimiento de los objetivos comunes, de organizaciones comprometidas con la superación y el dinamismo generacional.
Crear o afianzar nuestras empresas familiares es una ganancia en sí, disfrutada en comunidad.
Erika Botía Rojas
D.M
Máster en Gestión cultural y de industrias creativas
Esp. Marketing y Comunicación
Departamento de comunicación Fambusiness
comunicacion@iccfambusiness.com